¿Dios es bueno? ¿Qué significa eso?

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En resumen:

La bondad de Dios significa que Él es la definición misma de lo que es bueno. Mientras que el mundo puede intentar redefinir lo que es el bien y el mal, la norma de bondad de Dios es inmutable. La bondad de Dios guía a las personas al arrepentimiento, a la fe en Jesucristo y a vivir conforme a lo que es verdaderamente bueno.

Del Antiguo Testamento

  • Cada parte de la creación divina del universo fue buena (Génesis 1).
  • La naturaleza de Dios es buena, y Él no puede hacer nada que contradiga lo que Él es. Dios es bueno, y todo lo que hace es bueno (Salmo 119:68).
  • El Señor es bueno con Su creación (Salmo 100:5, 107:1, 145:9).
  • La bondad de Dios se manifiesta en el perdón de nuestros pecados (Salmo 86:5), la sanidad de nuestras enfermedades (Salmo 30:2), la promesa de estar con nosotros (Deuteronomio 31:6; Josué 1:9; ver también Mateo 28:20; Hebreos 13:5) y la ayuda en nuestras dificultades (Salmo 46:1; Isaías 41:10). También es fiel y nos ama: “Porque el Señor es bueno; para siempre es Su misericordia, y Su fidelidad por todas las generaciones” (Salmo 100:5).
  • Hemos sido llamados a probar y ver que el Señor es bueno (Salmo 34:8).

Del Nuevo Testamento

  • Dios mismo es la norma perfecta y la medida de todo lo que es bueno. Jesús dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo uno, Dios” (Lucas 18:19).
  • Como Creador de todo, Dios define lo que es bueno y lo que es malo porque Él es perfecto, no tiene pecado y está lleno de luz (1 Juan 1:5).
  • Dios es santo, verdadero y fiel en todos Sus caminos, y dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman y han sido llamados por Él (Romanos 8:28).
  • Se nos llama a odiar lo malo y a aferrarnos a lo bueno (Romanos 12:9).
  • La Biblia nos dice que podemos vencer el mal con el bien (Romanos 12:21).
  • El fruto del Espíritu Santo incluye la bondad (Gálatas 5:22-23).
  • Todo don que Dios da es bueno (Santiago 1:17).
  • La benignidad de Dios, que nace de Su bondad, guía a las personas al arrepentimiento (2 Pedro 3:9).
  • La bondad de Dios se ve en Su plan perfecto para la redención de la humanidad por medio de Jesucristo. Y la benignidad de Dios, expresada en Su paciencia y amabilidad hacia la humanidad, busca guiarnos al arrepentimiento y a la salvación: “¿O tienes en poco las riquezas de Su bondad y tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?” (Romanos 2:4).
  • La buena noticia es que Dios envió a Su único Hijo, Jesús, para salvar al mundo del pecado y de la muerte (Juan 1:29, 3:16, 4:42). Jesús murió en la cruz, asumiendo el castigo por los pecados de la humanidad; luego resucitó de entre los muertos, derrotando el castigo y el poder del pecado (1 Corintios 15:3-4). Todo aquel que cree en Jesús como Salvador para el perdón de los pecados es verdaderamente perdonado, recibe vida eterna y nace de nuevo como hijo de Dios (Juan 1:12, 3:16, Hechos 13:38-39). Dios “no quiere que nadie sea destruido, sino que todos se arrepientan” (2 Pedro 3:9).

Implicaciones para hoy

Los cristianos de hoy a menudo repiten la frase: “Dios es bueno todo el tiempo. Y todo el tiempo, Dios es bueno”. Esto nos ayuda a recordar la verdadera bondad en un mundo que constantemente intenta redefinir el bien y el mal (Jueces 21:25; Isaías 5:20-21). Lo que Dios ha declarado bueno siempre será bueno, y lo que Dios ha declarado malo siempre será malo. Creer que Dios es bueno cambia nuestra forma de vivir. Job dijo: “Y esto es lo que Él [Dios] dice a toda la humanidad: ‘El temor del Señor es la verdadera sabiduría; apartarse del mal es el verdadero entendimiento’”. La verdadera sabiduría consiste en temer al Señor y apartarse del mal (1 Tesalonicenses 5:22). Los cristianos debemos estar siempre agradecidos por la bondad de Dios (Salmo 107:1, 136:1). Sin embargo, por naturaleza, buscamos vivir para nosotros mismos y para nuestros placeres, llegando incluso a amar la oscuridad y el mal (Juan 3:19). De hecho, a menudo damos por sentada la bondad de Dios. Pero como seguidores de Jesucristo, estamos llamados a vivir de manera sobrenatural en el poder del Espíritu Santo y a caminar con Dios. Al hacerlo, veremos la bondad de Dios y la expresaremos como fruto del Espíritu (Salmo 27:13, Lamentaciones 3:25, Gálatas 5:22-23). Una vez que hemos probado y visto que Dios es bueno, nos damos cuenta de que nada en este mundo podrá satisfacernos jamás (Salmo 34:8). Podemos proclamar, como dice el famoso himno: “Pon tus ojos en Cristo, tan lleno de gracia y amor, y lo terrenal sin valor será, a la luz del glorioso Señor”.

Comprende

  • Dios es perfectamente bueno en Su naturaleza, y todo lo que Él hace es bueno.
  • Jesucristo muestra plenamente la bondad de Dios.
  • Confiar en la bondad de Dios nos transforma para vivir con rectitud y reflejar Su carácter.

Reflexiona

  • ¿Cómo has experimentado la bondad de Dios en tu vida a través de Su provisión, perdón o fidelidad?
  • ¿De qué manera la confianza en la bondad inmutable de Dios moldea tu forma de responder a los desafíos o incertidumbres de tu vida?
  • ¿Cómo puedes “probar y ver que el Señor es bueno” de manera más intencional en tu caminar diario con Él (Salmo 34:8)?

Ponlo en práctica

  • ¿Cómo desafía la bondad inmutable de Dios las definiciones cambiantes del mundo sobre el bien y el mal?
  • ¿Qué podemos aprender de la vida y el sacrificio de Jesús acerca de la bondad de Dios?
  • ¿De qué manera pueden los creyentes reflejar la bondad de Dios a los demás de un modo que los guíe al arrepentimiento y a la fe?