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El Codex Sinaiticus y el Codex Vaticanus son las dos copias completas o casi completas más antiguas del Nuevo Testamento en su idioma original, el griego. La palabra codex se refiere a que estos manuscritos están escritos a mano en forma de códice o libro y no en un rollo. El nombre Codex Sinaiticus se debe al lugar donde se descubrió, el monasterio de Santa Catalina, en el monte Sinaí. El nombre Codex Vaticanus se debe a su ubicación en la Biblioteca del Vaticano.
El Codex Sinaiticus fue descubierto por un hombre llamado Conde Tischendorf en 1859 durante una visita al Monte Sinaí. Consta de más de 400 páginas que incluyen gran parte del Antiguo Testamento en griego junto con el Nuevo Testamento completo. Los eruditos estiman que su fecha se remonta aproximadamente al siglo IV. Representa una forma primitiva del texto, aunque incluye muchas correcciones añadidas por editores posteriores.
El Codex Vaticanus es un manuscrito mucho más extenso, de 759 páginas, que incluye casi todo el Antiguo y el Nuevo Testamento. Se sabe que ha permanecido en la Biblioteca del Vaticano al menos desde 1475 y también se dice que se redactó alrededor del siglo IV.
Se ha investigado mucho sobre la historia y la importancia de cada uno de estos manuscritos. El Codex Sinaiticus se ha digitalizado recientemente para que el público pueda consultarlo en línea en codexsinaiticus.com. El sitio incluye una gran cantidad de información que ayuda a los investigadores a comprender los detalles de la historia del manuscrito y la importancia de las variantes textuales.
El Codex Vaticanus se conoce desde hace mucho más tiempo y se ha utilizado en la investigación del texto del Nuevo Testamento desde las primeras ediciones impresas del Nuevo Testamento en griego. El Vaticanus también es interesante por el hecho de que tiene sus propias divisiones de capítulos, que no se encuentran en otros manuscritos. Mientras que el Sinaíticus fue elaborado por varios escribas, el Vaticanus parece haber sido elaborado por un escriba que copió el Nuevo Testamento y dos escribas que copiaron el Antiguo Testamento.
Durante mucho tiempo, los eruditos han debatido sobre cómo tratar las variaciones que se encuentran en estos dos textos y su comparación con otros manuscritos del Nuevo Testamento. A causa de los numerosos manuscritos encontrados hasta el siglo XIX, los Nuevos Testamentos griegos modernos siguen un sistema ecléctico que utiliza un sistema de notas a pie de página para señalar cualquier diferencia notable entre manuscritos. El gran número de manuscritos a veces puede hacer más compleja la investigación, pero también ayuda a determinar mejor la forma más antigua del texto. En todo caso, el texto más antiguo puede encontrarse en el texto griego del Nuevo Testamento o en una de las lecturas alternativas que figuran en las notas a pie de página.
Los estudiosos rigurosos del Nuevo Testamento son conscientes del enorme valor del Codex Sinaiticus y del Codex Vaticanus y han invertido mucho tiempo en estudiar su contenido. Lo más importante es que estos dos primeros manuscritos transmiten fielmente las enseñanzas de las Escrituras que Dios quiere que Su pueblo estudie y aplique hoy.